Este año que dejamos atrás he tenido la oportunidad de crecer nuevamente como persona y también como fotógrafo. He conocido personas que han traído ideas y conocimientos nuevos hasta mi, y he volcado todos mis sentidos por devolver parte de lo recibido.
Una de esas nuevas personas que conocí me regaló algo muy importante, algo que tenía olvidado, y que ahora he vuelto a recuperar. Pero también me recordó que la VIDA a veces no esté hecha del camino de rosas que deseamos, sino que está hecha de piedras que tenemos que ir apartando a diario para allanar nuestro caminar en busca de nuestros sueños.
De estos sueños , hablaremos muy pronto, de momento, sigamos soñando.